Las Prácticas Restaurativas: Una experiencia a considerar para fomentar la
cohesión social de la comunidad por Carlos Vecina.
Publicado el 10 de junio de 2013 en INSTITUTOMM.
Durante el período 2007-2011, se llevaron a cabo diversas acciones
comunitarias de carácter integral en Son Gotleu, un barrio de Palma de Mallorca
construido en los ’60, cuyas características arquitectónicas, urbanísticas y
sociales se asemejan a barrios de otros lugares del Estado, cuyo origen se
remonta a la misma época y han padecido una evolución de degradación similar.
Factores como: La construcción de edificios de mala calidad, falta de recursos,
elevada densidad de población, concentración de problemas sociales diversos…
cambio residencial y demográfico unido a la desvertebración social… todos ellos
en su conjunto favorecedores de un aumento de la vulnerabilidad social en estas
zonas.
Las iniciativas llevadas a cabo en este territorio culminaron con las
aportaciones de Marco Marchioni para la reorganización de las iniciativas y la
elaboración de un diagnóstico comunitario, documento que sentaba las bases
organizativas apropiadas para que los tres protagonistas de la escena
comunitaria tuvieran la oportunidad de trabajar de forma conjunta y
participativa. Una serie de circunstancias condujeron a la falta de
consolidación definitiva de la intervención y su supervivencia más allá de
cambios en las políticas desarrolladas; aunque algunas intervenciones han
sobrevivido a esos vaivenes, tal es el caso de un programa europeo basado en la
metodología de las prácticas restaurativas, para ello se contó con la formación
de profesionales que llevan a cabo un proyecto de mayor envergadura en la ciudad
de Hull (Inglaterra). Se trata de una iniciativa liderada por el Instituto de la
Convivencia y Éxito Escolar de la Comunidad Autónoma de las Illes Balears. El
programa ha estado en vigor durante los cursos 2011/12 y 2012/13, participando
centros educativos de carácter público, diversos servicios finalistas del
Ayuntamiento y la Universidad de las Islas Baleares.
Las prácticas restaurativas son una metodología que fomenta la cohesión
social en sus diferentes grados de interacción, desde las relaciones
interpersonales cotidianas, hasta aquellas que implican a los miembros de una
comunidad en la toma de decisiones. Su aplicación puede llevarse a cabo en muy
diversos ámbitos; si bien sus inicios se circunscriben al área de justicia
(concretamente bajo el concepto de Justicia Restaurativa) poco a poco se ha ido
incorporando a otros espacios, como el caso del mundo educativo o la acción
comunitaria en toda su amplitud.
El desarrollo de la implementación ha sido algo dispar, pues si bien han
estado implicados diversos recursos institucionales, la intervención de mayor
peso se ha llevado a cabo en los centros de enseñanza. Quién escribe este
artículo ha participado como socio en este programa Comenius, en representación
de la Universidad de las Islas Baleares, formando equipo con una compañera del
Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación, nuestra función
ha consistido principalmente en realizar un seguimiento del proceso de
implementación y evaluación de su aplicación en los centros de enseñanza.
La acción de los centros se fue diseñando en torno a cuatro ejes:
organización general del centro, actuaciones con el claustro, actuaciones con el
alumnado y, por último actuaciones con las familias. A cada una de estas líneas
le correspondieron una serie de actividades previstas decididas por cada centro
educativo. En la actualidad, una vez finalizado el programa, los centros han
avanzado en su integración en la dinámica del centro y práctica docente. Lo que
quería destacar de este proceso es la buena acogida que ha tenido por parte de
aquellos profesionales que se han ido implicando; destacando todos ellos lo
apropiado que ven, en las diferentes variantes técnicas de las prácticas
restaurativas, el hecho de su potencial para generar relaciones simétricas entre
las personas, dar importancia a las emociones y la empatía, fomentar la cohesión
grupal desde una perspectiva abierta a nuevas incorporaciones; lo importante que
pueden llegar a ser iniciativas como éstas para fortalecer la cohesión social y
su fuerte impacto en la facilidad para generar la participación e implicación en
acciones comunitarias.